Hoy: Mensajes subliminales en los dibujos animados

12/11/2014 00:24

El escenario infantil ha visto extenderse a lo largo de los años, series con ideologías de violencia y de ocultismo que atentan contra la inocencia de los más pequeños y frente a los cuales no son suficientes el control de los padres, porque muchas veces ni ellos mismos se dan cuenta de lo que sus hijos miran por la televisión.

 

La programación infantil de muchos canales de cable permite la difusión masiva de violencia disfrazada de llamativos personajes con los cuales los más pequeños se familiarizan y terminan incorporando a sus vidas como algo totalmente normal.

 

Este llamado de atención involucra no solamente a los padres, tutor o escuela sino también a todos aquellos cristianos comprometidos quienes a través de redes sociales se propongan ponerle fin a este silencioso flagelo.

 

Series como: Ben 10- Naruto- Ramna ½-  Dragón Ball- Pokemón- Caballeros del Zodíaco- Digimon entre otros atentan contra la salud mental  de muchos niños y peor aún tratan de apartar a los niños de las cosas de Dios.

 

Los niños son el futuro y toda esa basura animada no edifica para nada sus vidas. Es tiempo de asumir responsabilidades, la clave para forjar una mente sana es saber con qué alimentan sus mentes los niños de hoy, porque la violencia que reciben a través de estas series animadas influye directa o indirectamente sobre sus vidas ya que la violencia que ellos captan, la devuelven en su casa siendo agresivos con los padres, en la escuela siendo agresivos con sus compañeros y maestros. Luego al llegar a la adolescencia se vuelven introvertidos, se aíslan se vuelven impenetrables, hasta probar el alcohol y en los casos más extremos la delincuencia y todo proviene de una raíz de violencia, que lamentablemente en muchos hogares se forja desde la niñez, y una parte de esa violencia la consumen de la televisión.

 

Es responsabilidad de los adultos acercar a los niños a Jesús, esto implica hablarles de Jesús, actuar poniendo manos a la obra pero también implica no ceder ante las presiones de la sociedad.

 

En otra ocasión Jesús dijo: Dejen que los niños se acerquen a mí  Mc 10, 13-16

 

Según el Evangelio de san Mateo, Jesús dijo: “Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños. Mt 8, 1-5. 10. 12-14

 

 

“No les impidan a los niños que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos” Mt 19, 13-15

 

Diario El Rompimiento

febrero de 2011